Esta es una de mis fiestas favoritas. Para mí, siempre ha sido un tiempo para reunirse con la familia, tal vez hacer un poco de caza y disfrutar de una comida maravillosa con sus seres queridos. Durante los años, la comida ha sido cocinada por los demás, pero ahora me encuentro que tiende un pavo en una gran parrilla de carbón durante varias horas en el Día de Acción de Gracias. Un trabajo que asumí cuando mi padre entró en la vida eterna.

Antes de la cena, nos tomamos el tiempo para orar y menudo ir alrededor de la mesa con cada persona que tenga la oportunidad de expresar agradecimiento. Como expresamos agradecimiento, hablamos a menudo de la familia y amigos, bendiciones de la vivienda y la nutrición, dones de ingresos estables y buenas escuelas. En Caridades Católicas, se nos da el don de la oportunidad; la oportunidad de ayudar y servir a los demás.

Último fin de semana, la lectura del Evangelio en la Misa era de Mateo 25:31-46. Este pasaje se refiere a veces como el juicio de las naciones. El pasaje describe que al final del tiempo vamos a estar separados, como el pastor separa las ovejas de los cabritos. Los que serán recompensados ​​son los que proporcionan para las necesidades de Jesús. "Tuve hambre y me disteis de comer, Tuve sed, y me disteis de beber, Fui forastero y me acogisteis, Estaba desnudo, y me disteis de ropa, Yo estaba enfermo y se hizo cargo de mí. "Los que están siendo recompensados ​​le preguntarán a Jesús cuando hicieron estas cosas por Él. Entonces les responderá, "De cierto os digo, tal y como lo hicisteis a uno de los más pequeños de éstos que son miembros de mi familia, me lo hicieron a mí. "

Estoy agradecido por nuestros donantes y voluntarios. Estoy agradecido por todos los miembros del equipo de Caridades Católicas que trabajan duro juntos para proveer a las necesidades de aquellos que vienen a través de nuestras puertas. Hacemos nuestro mejor esfuerzo para utilizar nuestros recursos de manera inteligente, para ayudar a tantas personas de manera significativa como podamos. De lo que estoy más agradecido por los que vienen a nosotros, aquellos que, en la humildad, pedir ayuda. Estos son los demás miembros del Cuerpo de Cristo. Estos son nuestros hermanos y hermanas. Estas oportunidades de ayudar a otros son las verdaderas bendiciones por las que estoy agradecido.

Que la gracia de Dios esté presente en tu corazón. Que Él te protegerá y te consuele con su paz. Dios te bendiga y Feliz Acción de Gracias de nuestra familia a la suya!

Deacon Bryan Hilts
Asociado en Desarrollo & Inmigración Case Manager